Cigarrillo electrónico y salud: ¿qué dice la ciencia?

Cigarrillo electrónico y salud: ¿qué dice la ciencia?

Cambiado el: 24/08/2024

En los últimos años, este dispositivo nacido como alternativa al cigarrillo tradicional ha sido el centro de numerosos debates, tanto entre los consumidores como entre los investigadores. ¿Qué dice la ciencia al respecto?

Los cigarrillos electrónicos 

Los cigarrillos electrónicos son dispositivos alimentados por una batería que calienta un líquido para crear un vapor que el usuario inhala. Este líquido contiene propilenglicol, glicerina vegetal, aromas y puede ser con o sin nicotina.

La característica principal que distingue a los cigarrillos electrónicos de los cigarrillos tradicionales es la ausencia de combustión. Mientras que el humo del tabaco se produce al quemar el propio tabaco, el vapor de los e-cigarrillos se deriva del calentamiento del líquido, evitando así la producción de muchos de los compuestos químicos nocivos presentes en el humo del tabaco.

Los inicios de la investigación sobre los cigarrillos electrónicos 

La investigación científica sobre los cigarrillos electrónicos comenzó recientemente en comparación con las décadas de estudios sobre el tabaquismo. Los primeros estudios se centraron principalmente en la composición química de los aerosoles emitidos por los cigarrillos electrónicos y los efectos inmediatos en el organismo humano. Los investigadores han encontrado que, aunque el vapor de los cigarrillos electrónicos contiene menos sustancias químicas tóxicas en comparación con el humo del tabaco, no está completamente libre de riesgos.

Uno de los aspectos más estudiados es la presencia de nicotina líquida. La nicotina es una sustancia altamente adictiva y, aunque no es directamente responsable de las enfermedades relacionadas con el tabaquismo, contribuye a la adicción y puede tener efectos nocivos en el sistema cardiovascular. Además, la exposición a la nicotina durante la adolescencia puede influir en el desarrollo del cerebro.

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E-cig: efectos a corto plazo en el organismo

Efectos a corto plazo en el organismo

Los estudios a corto plazo sobre los efectos de los cigarrillos electrónicos han proporcionado resultados contradictorios. Algunas investigaciones sugieren que su uso puede causar irritación de las vías respiratorias y aumentar el riesgo de infecciones pulmonares. Otros estudios han encontrado que, en comparación con los cigarrillos tradicionales, los e-cigarrillos reducen significativamente los niveles de compuestos cancerígenos en el cuerpo.

Un aspecto particularmente preocupante es el uso de los cigarrillos electrónicos por parte de los jóvenes. Los estudios han mostrado un aumento significativo en el uso de e-cigarrillos entre los adolescentes, a menudo atraídos por sabores atractivos y la percepción de que son menos dañinos que los cigarrillos tradicionales. Sin embargo, el uso de nicotina en esta franja de edad puede llevar a la adicción y potencialmente facilitar la transición al tabaquismo.

Efectos a largo plazo

Los efectos a largo plazo del uso de cigarrillos electrónicos todavía están siendo estudiados, principalmente porque estos dispositivos son relativamente nuevos y no existen suficientes datos a largo plazo. Sin embargo, las primeras evidencias indican que el uso prolongado de e-cigarrillos podría conllevar riesgos para la salud.

Algunos estudios han destacado que el uso regular de cigarrillos electrónicos puede dañar los vasos sanguíneos y aumentar el riesgo de enfermedades cardíacas. Otros estudios han planteado preocupaciones sobre los posibles efectos cancerígenos de las sustancias químicas presentes en los líquidos de los e-cigarrillos. En particular, algunos aromas pueden descomponerse a altas temperaturas, produciendo compuestos nocivos como el formaldehído, un conocido cancerígeno.

Comparación con los cigarrillos tradicionales

Uno de los principales argumentos a favor de los cigarrillos electrónicos es que representan una alternativa menos dañina en comparación con los cigarrillos tradicionales. Numerosos estudios han confirmado que los cigarrillos electrónicos contienen niveles significativamente más bajos de sustancias químicas tóxicas que los cigarrillos de tabaco. Sin embargo, la ausencia de muchos compuestos cancerígenos no significa que estén completamente libres de riesgos.

Otro estudio concluyó que los cigarrillos electrónicos son aproximadamente un 95% menos dañinos en comparación con el humo de los cigarrillos tradicionales. Este estudio apoyó la idea de que los cigarrillos electrónicos pueden ser utilizados como una herramienta para ayudar a los fumadores a dejar de fumar, reduciendo los daños asociados con el tabaquismo. Sin embargo, esta posición ha sido criticada por algunos expertos que sostienen que aún no hay pruebas suficientes para justificar tales afirmaciones.

El uso de los cigarrillos electrónicos como herramienta para dejar de fumar 

Quienes deciden acercarse por primera vez a los cigarrillos electrónicos lo hacen para dejar de fumar. Varios estudios han examinado la efectividad de los e-cigarrillos en este contexto, con resultados variados. Algunas investigaciones sugieren que los cigarrillos electrónicos pueden ser eficaces para reducir el número de cigarrillos fumados y ayudar a los fumadores a dejar de fumar por completo. Sin embargo, otros estudios han señalado que muchos usuarios de e-cigarrillos continúan usando tanto los cigarrillos electrónicos como los cigarrillos tradicionales, reduciendo así los beneficios potenciales.

Otro estudio mostró que los fumadores que utilizan los cigarrillos electrónicos tienen una probabilidad significativamente mayor de dejar de fumar en comparación con aquellos que utilizan otros métodos de cesación, como los parches de nicotina o los chicles.

La reglamentación de los cigarrillos electrónicos

La reglamentación de los cigarrillos electrónicos varía considerablemente de un país a otro. En algunos países, los e-cigarrillos están estrictamente regulados y están sujetos a restricciones similares a las de los tradicionales. En otros países, la regulación es menos rigurosa y los e-cigarrillos son fácilmente accesibles, incluso para los jóvenes.

En los Estados Unidos, la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) comenzó a regular los cigarrillos electrónicos como productos del tabaco en 2016. Esto significa que los fabricantes deben proporcionar pruebas de seguridad y eficacia para poder vender sus productos. Sin embargo, la regulación aún está evolucionando y ha habido varias controversias con respecto a la comercialización de los e-cigarrillos, en particular en lo que respecta a los sabores que atraen a los jóvenes.

En Europa, la Directiva sobre los productos del tabaco de la Unión Europea (TPD) ha establecido reglas específicas para los cigarrillos electrónicos, incluidos los límites en la concentración de nicotina y los requisitos de etiquetado. Estas regulaciones están diseñadas para garantizar que los productos sean seguros para los consumidores y para prevenir el uso por parte de menores.

E-cig: preocupaciones para la salud pública 

Las preocupaciones para la salud pública 

Los cigarrillos electrónicos plantean varias preocupaciones para la salud pública. Uno de los aspectos más preocupantes es el aumento del uso entre los jóvenes. Los estudios han demostrado que los jóvenes que utilizan cigarrillos electrónicos tienen una mayor probabilidad de comenzar a fumar cigarrillos tradicionales. Este fenómeno, conocido como “efecto gateway”, ha sido objeto de intensos debates entre los investigadores.

Además, existen preocupaciones sobre la calidad y la seguridad de los productos disponibles en el mercado. Algunos estudios han encontrado que los líquidos de los e-cigarrillos pueden contener contaminantes nocivos y que los propios dispositivos pueden fallar, causando riesgos para la seguridad. Por ejemplo, ha habido casos de explosiones de baterías de e-cigarrillos, que han causado lesiones graves a los usuarios.

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Conclusión 

La investigación científica ha hecho avances significativos en la comprensión de los efectos de los e-cigarrillos, pero muchas preguntas aún quedan sin respuesta. Está claro que, aunque los cigarrillos electrónicos pueden ser menos dañinos que los cigarrillos tradicionales, no están libres de riesgos.

Para los fumadores que buscan dejar de fumar, los cigarrillos electrónicos pueden representar una alternativa válida, pero es importante utilizar estos dispositivos con conciencia y bajo la guía de profesionales de la salud. Al mismo tiempo, es esencial seguir monitoreando el uso de los e-cigarrillos, especialmente entre los jóvenes, y promover regulaciones que garanticen la seguridad de los productos disponibles en el mercado.

La ciencia continuará evolucionando, y con ella nuestra comprensión de los efectos de los cigarrillos electrónicos en la salud.

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