Publicado en: 27/07/2022
Información útil sobre el síndrome de abstinencia a la nicotina.
Si estás leyendo este artículo, lo más probable es que estés pensando en dejar de fumar o quizás en ayudar a alguien cercano a hacerlo.
El síndrome de abstinencia a la nicotina es una enfermedad real, reconocida por derecho propio. Por eso es bueno no subestimar el enorme esfuerzo que requiere dar este paso y ayudarse a sí mismo y a los demás a perseverar.
El síndrome de abstinencia a la nicotina: ¿qué es? ¿Y cuáles son los síntomas?
El síndrome de abstinencia a la nicotina es una condición muy común que se experimenta casi inmediatamente después de fumar el último cigarrillo. Se presenta con diferentes estados de ánimo, debido precisamente a la falta de ingesta de nicotina, un componente del tabaco que es altamente adictivo, a la par de otras sustancias como el alcohol y la cocaína, por nombrar algunas.
El síndrome de abstinencia a la nicotina se considera a todos los efectos una verdadera enfermedad. De hecho, se menciona tanto en la lista de enfermedades de la OMS como en el Manual diagnóstico y estadístico de las enfermedades mentales.
¿Pero de qué depende?
La ingesta de esta sustancia, sobre todo cuando es constante y duradera, provoca una especie de hábito en el cuerpo humano, especialmente en el cerebro.
De hecho, según distintas investigaciones, este síndrome depende precisamente de la reacción del cerebro de un exfumador que siente la falta de una sustancia que ahora se considera indispensable.
Al ser el resultado de un hábito, con un poco de fuerza de voluntad y determinación, es posible invertir la tendencia del cuerpo y restaurar gradualmente el estado anterior a la adicción al tabaco.
Pero, ¿cómo saber si está experimentando los síntomas del síndrome de abstinencia a la nicotina?
El primer signo es, sin duda, el deseo incontrolable de fumar. Si te encuentras en esta situación, intenta resistir. No durará mucho.
En segundo lugar, tu cuerpo puede experimentar toda una serie de síntomas, como:
- náuseas y calambres intestinales;
- dolores de cabeza;
- la ansiedad;
- depresión;
- marcada irritabilidad;
- estreñimiento;
- somnolencia durante el día y alteración del sueño por la noche;
- aumento del apetito;
- dificultad para concentrarse;
- sentimientos de frustración;
- hormigueo en manos y pies.
En resumen, una lista larga y bastante difícil de gestionar. La buena noticia, de la que hablaremos más adelante, es que si tienes la fuerza para resistir, irá disminuyendo hasta desaparecer por completo en poco tiempo.
También hay expedientes que pueden ayudarte a superarlo.
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¿Cuáles son los remedios más eficaces contra el síndrome de abstinencia a la nicotina?
El primer consejo que quiero darte es que no subestimes el poder de los programas que te enseñan a dejar de fumar. Lo sé, pueden parecer ineficaces, pero en realidad contienen muchos trucos y técnicas que pueden ser muy útiles.
En caso de que este tipo de ayuda no sea suficiente o los síntomas sean demasiado incapacitantes para llevar a cabo tus actividades diarias, existen ayudas adicionales a las que puedes recurrir, como los sustitutos de la nicotina.
En forma de inhaladores, chicles o parches, estos productos están diseñados exclusivamente para ayudar a quienes deciden dejar de fumar, ya que ayudan a disminuir gradualmente la ingesta de nicotina, reduciendo así los síntomas de abstinencia.
En el caso de mujeres embarazadas, es esencial realizar una consulta preventiva con el médico, que podrá evaluar los riesgos y posiblemente sugerir alternativas.
Además, puedes poner en práctica algunas estrategias sencillas para sufrir menos durante esta delicada fase:
- evita la compañía de los fumadores, especialmente mientras fuman;
- evita en la medida de lo posible el consumo de sustancias como alcohol y cafeína -recuerdo que también la contiene el té- por su capacidad de provocar la demanda de nicotina en el organismo;
- realiza actividad física o auméntala si ya la realizas. El deporte tiene el poder de reducir el estrés, que suele ser una de las razones por las que se tiene ganas de fumar;
- cultiva nuevas aficiones y pasatiempos. Te servirán para distraerte en tu tiempo libre, que sueles aprovechar para encender un cigarrillo;
- ten siempre a mano un chicle. Aunque no sean específicos para dejar de fumar, aliviarán las ganas considerablemente;
- habla con personas que ya han pasado por ello. Te darán la oportunidad de no pensar que es una hazaña imposible y también pueden sugerirte nuevas tácticas que puedes poner en práctica para lograr tu objetivo;
- ten paciencia. Esto es muy importante, porque a veces puede parecerte muy difícil resistir. Sin embargo, ten en cuenta que es sólo una fase y que, si mantienes tu determinación, terminará antes de lo que crees.
Pronto podrás experimentar personalmente los beneficios de dejar el hábito de fumar y ser feliz por ello.
Vamos a ver cómo reacciona el cuerpo a la falta de nicotina y cómo se estabiliza rápido.
¿Qué ocurre a tu cuerpo cuándo dejas de fumar?
Los primeros síntomas de abstinencia a la nicotina aparecen muy pronto. Sólo hacen falta de 2 a 3 horas después de la última calada para sentir el deseo de volver a fumar.
Después de 3 días, tu cuerpo estará completamente limpio de nicotina en el flujo sanguíneo y, de hecho, en este punto, comienza la fase de abstinencia aguda. Después de 3 días, puedes empezar a sentir el deseo de fumar más intensamente y experimentar estados de irritabilidad y dificultad para mantener la concentración.
Esta fase empezarás a remitir unas 2-3 semanas después de la última ingesta, lo que te permitirá finalmente empezar a sentirte menos tentado a empezar de nuevo.
Vamos a ver ahora con más detalle lo que le ocurre al cuerpo de una persona que ha dejado de fumar de la noche a la mañana y sin el apoyo de los sustitutos de la nicotina.
- Después de unas horas:
el efecto de la última dosis de nicotina ingerida desaparece y comienzan a aparecer las ganas de fumar. - Después de unas diez horas
el sujeto está impregnado de una sensación de inquietud y manifiesta un deseo irreprimible de fumar. También tiene la percepción de no saber utilizar el tiempo. - Después de 1 día:
la irritabilidad aumenta y con ella la sensación de hambre. - Después de 2 días:
la cantidad de nicotina en el flujo sanguíneo es casi nula y el sujeto comienza a experimentar dolores de cabeza. - Después de 3 días:
en este punto la nicotina ha desaparecido completamente del cuerpo y la consecuencia en el sujeto es un estado de ansiedad creciente. - Después de una semana:
el síndrome de abstinencia a la nicotina está ahora en la fase aguda. El sujeto experimenta prácticamente todos los síntomas asociados y debe hacer todo lo posible para evitar situaciones de riesgo, como frecuentar lugares o personas que puedan acentuar en él las ganas de fumar. - Después de 2-4 semanas:
los síntomas de abstinencia finalmente comienzan a ser menos abrumadores. El sujeto experimenta en esta fase una disminución del apetito, una disminución de la ansiedad, se siente más tranquilo y ya no tiene que luchar tanto para no ceder, como ocurría en la fase anterior. - Después de cinco semanas:
el sujeto está curado, los síntomas han desaparecido por completo y a partir de ahora, no fumar será sólo una cuestión de fuerza de voluntad.
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En conclusión, desintoxicarse de la nicotina no es como dar un paseo, pero es posible.
Si has decidido emprender el desafiante camino para liberarte del hábito de fumar, ahora tienes una visión bastante clara de lo que te espera.
Asegúrate de no perder de vista el objetivo y ¡recuerda que ni siquiera el síndrome de abstinencia de la nicotina puede durar para siempre!